miércoles, 1 de agosto de 2012

CAPÍTULO 7: "¡¿En serio?!"


Mamá: El lugar donde vamos a vivir te va a gustar mucho. La casa está situada en el campo, a las afueras de Atlanta. Como está muy lejos de la ciudad y de tu colegio, te vamos a comprar un coche…

Yo: ¡¿En serio?! ¡¿De verdad me vais a comprar un coche?!

Mamá: Claro que sí. Cariño, ya tienes 16 años. Yo creo que ya eres lo suficientemente responsable como para tener coche propio, y espero que sepas comportarte como tal. No me defraudes –me dedicó una sonrisa.

Yo: ¡Aww, gracias mamá! ¡Eres la mejor!

Mamá: Mmm… mamá es la mejor cuando a ti te conviene. No sé si sentirme molesta o no…

Yo: No seas tonta. Y gracias de verdad.

Mamá: No me las des a mí, dáselas a tu padre. Fue él quien propuso la idea.

Yo: Okay. Te quiero, mamá. Voy a ver qué tal va papá.

Me dirigí hacia el pasillo. Oía a mi padre trajinando en la cocina.

Yo: Hey, papá.

Papá: ¿Qué tal, cielo?

Yo: Quería darte las gracias.

Papá: ¿Las gracias? –parece que no se entera.

Yo: Por lo del coche –le expliqué.

Papá: ¡Ah, eso! Pues de nada, cielo. Yo creo que te lo mereces. Además, ya es hora de que puedas ir a donde quieras sin la necesidad de que te llevemos, ¿no crees? Y tengo entendido que ahí ya te dejan conducir con 16 años.

Yo: De todas formas, gracias otra vez.

Papá: Bueno, deja de agradecérmelo y ve a poner la mesa.

Yo: Voy.

Comimos y llamamos a un taxi para que nos llevase al aeropuerto. Eran las cuatro y media.

Mi madre revisó que todo estaba listo, mi padre se dedicó a cerrar puertas y ventanas, y yo me acurruqué en el sofá, deseando que todo fuese una mala pesadilla…

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