lunes, 29 de octubre de 2012

CAPÍTULO 28: "Se va un miembro de la familia, viene otro"



Bonnie´s POV

Me desperté una calurosa mañana de sábado. Me acerqué a la ventana y aparté la cortina. Fuera estaba el vecino de al lado cortando el césped. Abrí la ventana y cogí mucho aire. Olía a césped recién cortado. Me gusta ese olor.

Sonreí de oreja a oreja. A partir de hoy voy a olvidarme del pasado y a vivir con alegría el presente.

Me metí en el baño y me miré en el espejo. Veía reflejada a una chica que no supe reconocer. Me di cuenta de que no había dedicado tiempo a mi cuidado personal desde que llegamos a Atlanta.

Abrí todos los cajones del baño y desplegué todos los aparatos que había por el suelo del baño. Algunas eran cosas que traíamos de Londres, y otras eran nuevas, como las tenacillas para rizar el pelo.

Le di forma a mis cejas, me hice unos tirabuzones, me pinté los labios y le di vida a mis ojos. Me pinté las uñas de los pies de rojo, y me hice la manicura francesa en las manos.

Miré la hora: eran las 12.

Mientras se secaban las uñas, decidí llamar a Charlie.

Marqué como pude el número, intentando no estropearme las uñas, y le di a llamar.

Sonó varias veces, pero no me cogió. Volví a llamar.

Charlie: ¿Sí?

Yo: ¿Te acabas de despertar?

Charlie: Ajá…

Yo: ¿Puedes venirte a mi casa?

Charlie: ¿Pero ahora?

Yo: Sí, ahora. Tengo que hablar contigo… -entonces oí la voz de un chico gritar el nombre de Charlie al otro lado del teléfono.

Hubo un ruido; entonces un chico se puso al teléfono y dijo con voz entrecortada que Charlie no se podía poner al teléfono. También oí a Charlie susurrar algo.

Yo: ¿QUÉ HA SIDO ESO?

Charlie: Nada. Te dejo. Adiós –colgó el teléfono.

¿Qué narices había pasado? Me planteé dejar todo como estaba, pero es que tenía que hablar con Charlie. Necesitaba hablar con ella para averiguar si era verdad lo que Jodie me había contado. Al parecer, todas las pistas me decían que todo era cierto.

Bajé al salón y me senté estratégicamente para que no se me estropeasen las uñas de los pies, que aún no se habían secado. Cogí el mando y lo puse en la MTV. Estaban poniendo un programa de madres adolescentes. Eso me recordó muchísimo a mi madre.

Ella es muy joven. Al cumplir los 17 años, se fue de fiesta con sus mejores amigas y un grupo de chicos universitarios que conocían. Fue una noche de alcohol y desenfreno. Mi madre se quedó embarazada. De mí. En esa época, mis padres todavía no estaban saliendo juntos.

Mi madre dejó los estudios temporalmente y se tomó un año sabático.

Nueve meses después nací yo. Y, durante esos nueve meses, mi padre se dio cuenta de que éramos su familia. Así que decidió casarse con mi madre, porque había empezado a surgir algo entre ellos.
Con los años, ese “algo” se hizo más fuerte. Ellos creyeron que se amaban de verdad aunque, al parecer, no es así, porque ya se han vuelto a separar.

Ahora mismo, mi madre tiene 33 años. A veces, más que una madre, es una amiga. Ella me comprende mejor que nadie, tiene la misma mentalidad que yo y sabe exactamente cómo me siento. Yo me alegro de tener una madre como ella. Quizás no lo esté demostrando, pero la quiero muchísimo y haría lo que fuese por ella…

En ese momento, vi a mi madre bajar en bata por las escaleras.

Yo: Buenos días, mamá –dije con una sonrisa.

Mamá: ¡Ah, cielo! ¡Ya estás despierta!

Se acercó a mí, me dio un beso y se sentó a mi lado.

Mamá: Cariño, tengo que contarte una cosa. No sé cómo te lo vas a tomar…

Yo: Tranquila, mamá. Sea lo que sea, puedes contármelo.

Mamá: Vale, allá va… –hizo una breve pausa- ¡ESTOY EMBARAZADA!

Me quedé con la boca abierta. No sabía qué cara poner, si alegrarme o llorar. Así que opté por sonreír.

Yo: Es… es… pero… cómo… -empecé a tartamudear.

Mamá: ¿Es una buena o una mala noticia? –dijo preocupándose ante mi reacción.

Yo: Bueno… no… yo… supongo que es una buena noticia –conseguí decir al final.

Mamá: Me alegro –sonrió mientras se acariciaba suavemente el vientre.

Yo: Y… y… ¿de cuánto tiempo estás… embarazada? –esa palabra se me hacía muy rara ahora y en este contexto.

Mamá: De un mes –no paró de acariciarse el vientre con movimientos circulares.

Hice cálculos mentales. Hace un mes seguíamos en Londres.

Yo: O sea que… que el… bebé… –no tenía muy claro cómo llamarlo- el bebé… es de papá…

Mamá: ¡Pues claro que es de tu padre! ¡Yo no voy por allí teniendo hijos con cualquier hombre!

Yo solté una risa irónica. A mí me tuvo cuando apenas conocía a mi padre…

Yo: Entonces, ¿qué va a pasar ahora?

Mamá: ¿Cómo que qué va a pasar ahora?

Yo: Digo que, si se lo has contado a papá y eso.

Mamá: Había pensado en contárselo, pero he decidido mejor no hacerlo. Él se ha ido para evitar las responsabilidades, y se le digo que estoy embarazada, le estaré obligando a volver conmigo. Y yo no quiero que se sienta obligado…

Yo: Oh, mamá. Te quiero… –dudé un momento antes de continuar- … y a ti también, bebé…

Mi madre sonrió feliz sabiendo que yo aceptaba la idea de tener un hermanito o una hermanita.

Yo también sonreí porque me hacía feliz ver a mi madre feliz.

Estuvimos un rato sonriendo como tontas, sentadas en el sofá, hasta que sonó el teléfono.

Mi madre hizo un gesto de levantarse para ir a contestar, pero la detuve.

Yo: Ya voy yo a cogerlo.

Mamá: Que esté embarazada no significa que no pueda hacer nada…

Le saqué la lengua y de un salto me planté frente al teléfono.

Yo: ¿Sí?

¿?: Te he estado llamando todo el rato al móvil, ¿por qué no has cogido?

Yo: Ehh, ¿quién eres? –era una voz femenina. Me sonaba de algo, pero no conseguía reconocerla.

¿?: ¡Soy yo!

Yo: Eso no me ha aclarado nada…



viernes, 26 de octubre de 2012

¡Lo siento muchísimo...!

¡Lo siento muchísimo! Ya sé que os prometí una maratón... ¡pero es que se me ha estropeado el ordenador! No sé qué ha pasado.

Al parecer, se ha metido un virus en mi ordenador y se me han borrado un montón de archivos, incluídos los últimos capítulos que había escrito.

Así que tengo que volver a escribirlos. Pero no creo que tarde mucho, porque ya tengo las ideas en la cabeza y solo me hace falta redactarlas.

En fin, eso es todo. ¿Me vais a perdonar?

domingo, 21 de octubre de 2012

Maratón

¡Hey, hey, hey! Tengo 12 exámenes la semana que viene, 3 exposiciones, 5 trabajos en grupo y 2 redacciones que entregar. Pero me he pasado la noche entera en vela escribiendo una maratón para vosotros.

Así que si me demostráis que tenéis ganas de seguir leyendo, las publicaré todas seguidas. Si no, os haré sufrir publicando capítulo a capítulo wuahahaha *risa malvada*.

Comentad mucho.

CAPÍTULO 27: "Una última despedida"

Jodie: ¿Y eso?
Yo: ¿El qué?
Jodie señaló un sobre que había sobre el escritorio, apoyado sobre un marco de foto. Ponía mi nombre.
Lo cogí y lo abrí. Dentro había una carta. Era de mi padre.
“Hola, pequeña. Siento no habértelo contado antes. Tu madre ya me ha puesto al corriente del modo en que te has enterado, y lo siento mucho. No pretendíamos hacerte daño.
La verdad es que éstos últimos meses me he dado cuenta de que ya no siento lo mismo que antes. No significa que ya no os quiera a ti y a tu madre, sino que ahora prefiero vivir mi vida a mi manera, por decirlo de alguna manera. Sé que esto puede resultarte muy duro y cruel por mi parte, pero es que los adultos también necesitamos independizarnos. No es que te haya abandonado; solo me estoy tomando unas largas vacaciones en mi trabajo como padre. Pero eso tampoco significa que ya no seas la hija que tanto voy a querer.
Que sepas que siempre estaré allí apoyándote, ya sea como padre o como amigo. Siempre podrás contar conmigo, pase lo que pase.
No llores, no te pongas triste. Sabes que no me gustaría verte así. Daría cualquier cosa por hacerte feliz, pero el daño está hecho y no se puede remediar.
Siento no poder despedirme en persona. Pensé que sería mejor despedirme así.
Cuida mucho de tu madre. Cuídala por mí.
Te quiero.
Papá.”
Noté cómo se abría una brecha enorme en mi pecho. El alma se me partió en dos. Me hice un ovillo sobre la cama y empecé a llorar. Lloré todo lo fuerte que pude. Lloré y me desahogué. Eché hacia fuera todo el dolor que llevaba dentro. Empecé a gimotear y a decir cosas sin sentido…
Entonces oí el ruido de mi madre subiendo las escaleras y, poco después, la puerta de mi habitación se abrió con un chirrido.
Mamá: ¿QUÉ HA PASADO?
Jodie: No lo sé. Ha leído esa carta, y después se puso así…
Mi madre me arrebató la carta de entre las manos con cariño y la leyó en voz alta.
Cada vez que oía esas palabras en boca de mi madre, el dolor en mi interior se hacía más intenso. Tanto, que no puede más, y solté un grito.
Mi madre se sentó a mi lado y Jodie se quedó de pie al lado de mi cama.
Mamá: Hey, preciosa –me dijo susurrando.- Ya sé que es muy difícil para ti…
Yo: ¡Pero es que yo no quería esto! ¡Yo quería una familia de verdad! ¡Una familia unida! –me sequé las lágrimas con la manga y cogí aire.- Yo quiero poder pasar el rato con mi familia. Ir de viaje juntos. Hacer actividades juntos…
Mamá: Cielo…
Yo: Pero sé que eso ya no es posible… -rompí a llorar de nuevo.
Mi madre me abrazó. Me daba pena ver a mi madre tan triste, y todo por mi culpa. No debería de hacerle esto, pero es que yo estaba demasiado destrozada como para que mi cuerpo respondiera a mi mente.
Mamá: Tu padre no quiere que te pongas triste. Sonríe. Demuéstrale que eres capaz de ser feliz a pesar de todo.
Me volví a secar las lágrimas y traté de sonreir.
Mamá: Así me gusta. Ahora duerme un rato, verás cómo se te pasa todo.
Me ayudó a tumbarme y me arropó como a una niña pequeña. Me dio un beso en la frente y empezó a tararear una nana. Enseguida me quedé dormida.
 
Jodie´s POV
Me sentí fatal, viéndola llorar y no poder hacer nada para consolarla. No sabía qué hacer. Nunca me había pasado algo así. Me quedé paralizada, a unos metros de Bonnie.
Entonces oí los pasos de la madre de Bonnie subiendo las escaleras, y un instante después la vi asomando la cabeza por la puerta.
Christie: ¿QUÉ HA PASADO?
Yo: No lo sé. Ha leído esa carta, y después se puso así –dije mientras señalaba el papel arrugado que ella sostenía entre sus dedos.
Christie se lo arrebató con cariño y la leyó en voz alta.
De repente, Bonnie soltó un grito. Yo me asusté; no sabía a qué se debía ese grito.
Christie se sentó a su lado y yo me quedé de pie al lado de su cama.
Christie: Hey, preciosa –dijo susurrando.- Ya sé que es muy difícil para ti…
Bonnie: ¡Pero es que yo no quería esto! ¡Yo quería una familia de verdad! ¡Una familia unida! –se secó las lágrimas con la manga y cogió aire.- Yo quiero poder pasar el rato con mi familia. Ir de viaje juntos. Hacer actividades juntos…
Christie: Cielo…
Bonnie: Pero sé que eso ya no es posible… -rompió a llorar de nuevo.
Christie le abrazó. Me dio la impresión de que ella también estaba llorando.
Christie: Tu padre no quiere que te pongas triste. Sonríe. Demuéstrale que eres capaz de ser feliz a pesar de todo.
Se volvió a secar las lágrimas y trató de sonreír, aunque más bien le salió una mueca.
Christie: Así me gusta. Ahora duerme un rato, verás cómo se te pasa todo.
Le ayudó a tumbarse y le arropó como a una niña pequeña. Le dio un beso en la frente y empezó a tararear una nana. Enseguida se quedó dormida.
Christie y yo salimos sigilosamente del cuarto, cerrando la puerta tras nosotras.
Nos fuimos al salón y nos acomodamos en el sofá.
Christie: Siento que hayas tenido que presenciar esto…
Yo: ¿Qué ha pasado?
Christie: ¿Bonnie no te lo ha contado?
Hice un pequeño resumen de todo lo que hemos estado hablando y nada encajaba con lo que ponía en la carta esa que tanto daño le hizo a Bonnie.
Yo: No, la verdad es que no me ha contado nada…
 
Christie´s POV
Jodie y yo salimos sigilosamente del cuarto, cerrando la puerta tras nosotras.
Nos fuimos al salón y nos acomodamos en el sofá.
Yo: Siento que hayas tenido que presenciar esto…
Jodie: ¿Qué ha pasado?
Yo: ¿Bonnie no te lo ha contado?
Jodie: No, la verdad es que no me ha contado nada…
Dudé un momento. ¿Y si Bonnie no quería que se enterase nadie? Al fin y al cabo, era su secreto. Pero Jodie es su amiga, debe saberlo… Ay, que Dios me perdone si meto la pata…
Yo: Bueno, la verdad es que yo y su padre nos acabamos de divorciar…
 
Jodie´s POV
Christie: Bueno, la verdad es que yo y su padre nos acabamos de divorciar…
Yo: ¿¡QUÉ!?
No me extraña. Ahora entiendo por qué Bonnie se había puesto así.
Christie: Sí…
Yo: … -me quedé sin palabras.
Christie: …
Se hizo un silencio muy incómodo.
Christie: ¿Te vienen a recoger?
Yo: Ehh, no, me voy sola –miré el reloj.- Creo que ya es hora de irme.
Christie: Ah, vale.
Recogí mis cosas y me fui.
Una vez en la calle, empecé a meditar y me di cuenta de que el mundo ya no es como yo creía que era.
 
Bonnie´s POV
Me desperté a la hora de la cena. Jodie se debía de haber ido hace un buen rato y yo tenía hambre.
Recordé todo lo que había pasado esa tarde, y suspiré. Me prometí ser fuerte y no dejarme herir por nada ni nadie.
El olor de la comida llegó hasta mí. Decidí bajar a cenar.
 
Selena´s POV
Una noche más, sola, en mi habitación del hotel. Hacía muchísimo tiempo que no había visto a Justin.
Esta mañana vi esa noticia y le llamé para ver qué había pasado. Me explicó que esa iba a ser la chica de su próximo videoclip y que estaba pasando cierto tiempo con ella por cuestiones laborales. Nunca antes había hecho eso con las demás chicas de sus otros videoclips; pero si él lo dice, será verdad. No tengo por qué desconfiar de él. Nunca me ha dado razones para ello.
Él me dijo de quedar en algún lugar público, para que los periodistas y los paparazzis nos vieran juntos y se disipasen los rumores. Yo propuse quedar en el centro comercial en Atlanta.
La sorpresa me la llevé cuando allí mismo me encontré a la tal Bonnie. Es muy maja. No tiene pinta de querer separarnos a mí y a Justin. Pero quién sabe. Las apariencias engañan.
La verdad es que ya no siento lo mismo que antes. Cuando Justin me pidió salir, yo me sentí la chica más feliz del mundo. Pero ahora ya no es lo mismo.
He estado pensándolo, y me he dado cuenta de que tengo ganas de vivir nuevas experiencias. Nuevas emociones. Nuevos sentimientos.
No sé. Creo que me he aburrido de mi vida como famosa. No quiero que me persigan hombres con cámaras a todas horas. Que me insulten por mi noviazgo. No quiero estar viajando constantemente, sin poder parar a descansar.
Quiero ser una persona normal, y eso implica dejar a mi novio. Su fama sumada a la mía crea muchos conflictos. Y yo no quiero.
Ya sé que fui yo quien le dijo a mi madre que quería cantar, y actuar… Pero también quiero salir más a menudo con mis amigos, como una chica normal.
No tengo hambre, así que me voy a dar una ducha rápida y a la cama, que mañana por la mañana tengo que coger un avión de vuelta a Los Ángeles.

martes, 16 de octubre de 2012

CAPÍTULO 26: "Nuevas sorpresas"

 
Una mano apareció de la nada y lo recogió, poniéndolo encima de todo el montón de cosas que llevaba yo encima.

Yo: ¡Gracias!

¿?: De nada…

Levanté la mirada y vi a un chico, más o menos de mi edad, bastante alto, rubio y de ojos azules.

¿?: ¿Quieres que te traiga una cesta o algo?

Yo: Eh… ¡no! ¡No hace falta!

¿?: ¿Segura?

Yo: Sí, sí. Esto… ¡soy Bonnie!

¿?: Yo soy Ryan. Encantado de conocerte. Mmm, ¿estás segura de que no quieres que te ayude?

Entonces se me cayó el bote de aceite al suelo.

Ryan: Vale, definitivamente te tengo que ayudar. Trae- cogió todas las cosas con una facilidad increíble, y se dirigió hacia las cajas registradoras.

Yo le seguí mientras sacaba el móvil para mirar la hora. Eran las 2.

Charlie: ¡Eh, Bonnie! ¿A dónde vas?

Entonces se percató del chico que iba delante de mí ayudándome a llevar las cosas.

Charlie: Veo que has estado muy bien acompañada…

El chico al que acabo de conocer se dio la vuelta.

Ryan: ¡Charlie! ¡Cuánto tiempo!

Charlie: ¡Hombre! ¡Pero si es Ryan!

Ryan: ¿Qué tal, bonita? –preguntó mientras le daba dos besos en la mejilla a Charlie.

Yo: ¿Os conocéis?

Charlie: Sí, él es un amigo de Justin.

Ryan: Uno de los MEJORES amigos –le corrigió.

Yo: Ah… Justin.

Charlie: ¿Y cómo es que estás tú por aquí? ¿No vivías en Canadá?

Ryan: Sí, pero al final uno se termina aburriendo de su casa y prefiere cambiar de aires.

Charlie: Haha sí, la verdad es que está bien moverse de vez en cuando. ¿Y Justin sabe que estás aquí?

Ryan: Le he llamado, pero no me ha cogido el teléfono.

Charlie: Últimamente ha estado muy ocupado.

Ryan: Sí, me lo comentó…

Empezaron a hablar, y yo no me enteraba de nada. ¿No era que Charlie odiaba a Justin? ¿Por qué ahora finge que le cae de maravilla? Me estoy perdiendo algo…

Charlie: Ryan, ¿quieres venirte a mi casa a comer?

Ryan: Es una oferta tentadora, pero no puedo. He quedado con unos amigos. La próxima vez, ¿sí?

Charlie: Bueno, vale. Ya hablaremos.

Ryan: Vale. Hasta luego. Adiós, Bonnie –dijo dirigiéndose a mí.

Me aseguré de que Ryan estaba lo suficientemente lejos para que no nos pudiese oir.

Yo: ¿A qué ha venido eso? –dije mientras metía la compra en bolsas.

Charlie: ¿A qué ha venido el qué?

Yo: Pues lo de antes –pagué a la cajera y cogí mis bolsas.

Charlie: No sé a qué te refieres –pagó sus cosas con nerviosismo y se dirigió hacia la salida.

Yo fui tras ella.

Llegamos al coche de Charlie y ella me ayudó a meter las bolsas en el maletero.

Ambas nos metimos en el coche y nos pusimos los cinturones.

Yo: Dime…

Charlie: ¿Sí? –dijo con inocencia.

Yo: ¿Qué es lo que me estás ocultando?

Charlie: Nada.

Aunque ella se empeñaba en ocultarlo, yo sabía que había algo. La miré fijamente a los ojos durante todo el camino, hasta que por fin aparcó frente a mi casa.

Charlie: ¡Deja de mirarme! ¡Me intimidas!

Yo: Pues dímelo.

Charlie: Decirte… ¿el qué?

Yo: Sabes perfectamente de qué estoy hablando.

Charlie: ¡Argh! Te lo diré, pero prométeme que guardarás el secreto.

Yo: ¡Claro! –sonreí animándola a contarme lo que sea.

Charlie: Mmm… -dudó antes de decírlo- Vale, estoy enamorada de Ryan. Y me vuelvo tonta cuando estoy delante suyo.

Yo: ¿Solo eso? –no sé por qué, pero esa respuesta no me convencía del todo.

Charlie: Sí, lo sé, es una tontería…

Yo: Sabes que puedes contarme lo que sea.

Charlie: Sí, sí. Ya lo sé.

Yo: Pues eso. En fin. Que me voy.

Me bajé del coche y saqué las bolsas del maletero. Vi cómo su coche se alejaba por la calle y entré en casa.

Empecé a colocar la compra en la cocina, mientras ponía la radio a todo volumen.

Yo: Have you ever seen the girl of your dreams, she´s just ten steps from me, she´s the one. I know everybody´s dancing around, and the music´s so loud, you´re so hot -cogí el bote de mayonesa como micrófono y empecé a bailar por toda la cocina.- Feel the rhythm, feel the beat of my heart…

Entonces alguien llamó al timbre. Supuse que era mi madre y que se le habrían olvidado las llaves dentro de casa.

Bajé el volumen de la radio y fui a abrir la puerta.

Yo: ¡¿Jodie?! ¿Qué estás haciendo aquí?

Jodie: Es que he visto la noticia esa, y quería enterarme de la versión completa de la historia.

Yo: Ah, ya. Eso… –dije con un poco de asco.

Jodie: ¿Puedo pasar?

Yo: ¡Ah, claro! ¡Pasa, pasa!

Me eché a un lado para dejarle pasar y cerré la puerta tras ella.

Jodie dejó sus cosas en el salón y nos sentamos en la mesa de la cocina.

Jodie: A ver, ¿cómo ha ocurrido? No, no… ¿cuándo empezó? No, no… espera…

Yo: Aclárate –dije entre risas. Su nerviosismo me hizo gracia.- Pregúntame y yo te respondo en orden, ¿sí?

Jodie: Vale –respiró hondo y soltó- ¿es verdad lo que dicen las noticias?

Yo: Depende.

Jodie: ¿Depende? –levantó una ceja- ¿De qué?

Yo: Pues depende de qué parte –me levanté y empecé a poner los cacharros y las sartenes a fuego lento. Había pensado en hacer yo la cena.

Yo: Jodie, ¿vas a quedarte a comer?

Jodie: Eh… supongo que sí.

Me quedé en silencio, mientras echaba los macarrones en una olla llena de agua hirviendo.

Jodie: No me hagas sacarte la información como un sacacorchos… Venga, ¡suelta!

Yo: ¿Qué quieres que te diga? A ver, Justin y yo nos hemos estado viendo, pero no como amantes… o lo que sea que diga la gente… Quiero decir, yo soy algo así como su empleada, porque voy a ser la próxima “chica” de su videoclip –dije imitando la expresión que horas antes había utilizado Selena.

Jodie: ¿¡En su videoclip!? ¿¡En el del mismísimo Justin Bieber!? Charlie no lo sabrá, ¿no? Porque ella… ¡Ooops! –se tapó la boca con ambas manos y abrió mucho los ojos.

Yo: ¿Porque ella…? –me había quedado con la intriga.

Jodie: No puedo decírlo.

Yo: No me dejes con la intriga.

Jodie: De verdad, tía, no puedo –cogió una servilleta y empezó a juguetear con ella, doblándola y desdoblándola.

La miré fijamente a los ojos.

Jodie: No me mires así.

Yo: Dejaré de mirarte así si me lo cuentas –al parecer, mi mirada es intimidante.

Jodie se levantó y se apoyó en la encimera.

Jodie: Verás… a Charlie le gusta Justin…

Yo: ¡¡No puede ser!!

Jodie: ¿Por qué no?

Yo: ¡¡Porque antes me dijo que le gustaba Ryan!!

Jodie: ¡¡NO!!

YO: ¡¡Sí!!

Jodie arrugó el entrecejo.

Jodie: Yo tengo una teoría.

Yo: ¿Cuál?

Jodie: Desde que apareciste tú, Justin nos ha hecho muchísimo más caso. Quiero decir, antes, él no sabía ni que existíamos. Y ahora… pues ya ves. Yo creo que Charlie te está utilizando. Y no me extraña.

Yo: ¿Por qué?

Jodie: Ya lo ha hecho más de una vez. Ella se cree una reina porque es la hija de un multimillonario propietario de los mejores Clubs de Campo de toda América. La verdad es que ahora me siento mal…

Yo: ¿Por qué? –vale, hoy no paro de repetir esa pregunta.

Jodie: Pues porque yo siempre he ido tras ella. He sido su “perrito faldero” durante todos estos años. No me lo puedo creer… Verás, yo de pequeña no tenía amigos. Era la típica friki con aparato dental y gafotas. Pero la conocí a ella a través de mis padres. Mis padres son amigos de los padres de Charlie. Juegan al golf juntos. Así que Charlie y yo nos hicimos amigas. Yo me sentí muy feliz. Pensé que ella me aceptaba tal y como soy. Me alegraba tener una amiga, aunque ahora me he dado cuenta de que nunca fue una amiga de verdad. Me ha utilizado para conseguir lo que ella quería. ¡Cómo he podido no darme cuenta…!

Yo: No te pongas así. Al menos, ahora sabemos cómo es en realidad.

Jodie: ¿Y qué más te ha dicho?

Yo: Que odia a Justin.

Jodie: Para que tú también le termines odiando y tenerle libre para ella.

Yo: Y se ha comportado como… no sé, como demasiado cariñosamente con Ryan, no sé cómo definirlo…

Jodie: Ryan está colado por Charlie, pero ella no va a salir con él porque “Justin se pensará que ella es una puta que sale con el primero que se lo pide” –dijo imitando a Charlie.

Yo: Ahh… Pásame la sal… -le señalé el primer cajón.

Jodie: ¿Y qué vas a hacer?

Yo: Supongo que hablaré con ella.

Jodie: …

Entonces oímos a mi madre entrar por la puerta.

Mamá: Sniff, sniff… ¡aquí huele de maravilla!

Yo: Sí, estoy haciendo unos macarrones con una receta familiar secreta. Shh… no se lo contéis a nadie… -puse el dedo índice sobre mis labios.

Mi madre se rió.

Mamá: Venga, deja que te eche una mano. Id a poner la mesa.

Jodie cogió los platos y yo saqué los cubiertos, y fuimos colocándolos sobre la mesa. Lo hicimos en silencio; no íbamos a hablar de cotilleos delante de mi madre.

Después de cenar, mi madre recogió la mesa, mientras Jodie y yo nos subimos a mi cuarto.

Jodie: Vaya. Bonita habitación. Es la primera vez que entro.

Yo: Es el tercer día en que estoy aquí. Eres la primera, aparte de mis padres y yo, en entrar.

Jodie: ¡Vaya, es todo un honor! ¿Y se supone que me debería de sentir orgullosa?

Yo: Sí –cogí un peluche y me senté en la cama, abrazándolo.

Jodie: ¿Y eso?

Yo: ¿El qué?

Jodie señaló un sobre que había sobre el escritorio, apoyado sobre un marco de foto. Ponía mi nombre.

Lo cogí y lo abrí. Dentro había una carta. Era de mi padre.


sábado, 13 de octubre de 2012

Mi nuevo hobbie 2

Vale, ahora me arrepiento de haberme grabado cantando... ¡pero es que no sé cómo se borran los videos de Youtube!

Os lo juro, no pretendía hacerle ningún mal a la humanidad... De verdad...

Prometo no volver a hacer tonterías de éstas, si alguien me dice cómo se borran... ¡URGENTEEE!

Mi nuevo hobbie

¡Hola!

Veréis, yo tengo muchos hobbies. Y uno de ellos es cantar (no, no me he vuelto loca ni nada por el estilo). Bueno, en realidad, empecé con ese hobbie hace menos de una semana. Un día, así de repente, me dió por grabarme cantando, y me di cuenta de que me gustaba cantar, así que...

Aquí tenéis uno de mis primeros covers, espero que os guste:

 
NOTA: Siento muchísimo que el volúmen esté tan bajo. No tengo ni idea de por qué, pero no puedo ponerlo más alto.
 
(¿Os gusta mi nuevo color de pelo? ¡Me lo he teñido de negro!)

domingo, 7 de octubre de 2012

CAPÍTULO 25: "Poniéndose al corriente"


Yo no veía muy bien dónde estaba. Era un lugar oscuro. Parecía un cementerio. Pude divisar una especie de tumba alrededor de la cual estaban todos. Me acerqué a ellos. Todo el mundo se estaba riendo, Charlie, Jodie… ¡incluso mis padres! Cuchicheaban entre ellos, yo no podía oír qué estaban diciendo, pero no paraban de señalarme y de reírse. Entonces, oí unas voces que me gritaron: ¡Por puta! ¡Ahora estás muerta! ¡Te lo mereces! Yo no sabía que había pasado. Un escalofrío me recorrió el cuerpo cuando leí la lápida: era mi propia tumba…

Me desperté sobresaltada. Estaba sudando y no paraba de temblar. ¡Uff, menos mal que solo ha sido una pesadilla! Pero una pesadilla muy rara…

Miré la hora. Eran las 7 de la mañana. Vamos, que podía seguir durmiendo. Pero ya no tenía sueño. No quiero dormirme y volver a tener la misma pesadilla.

Mientras el ordenador se encendía, fui a la cocina y me preparé un tazón de leche con cereales. Cogí una cuchara y me volví a mi cuarto.

Me metí en Twitter y en Facebook, pero no había nadie conectado. Estarían todos durmiendo. Empecé a meterme en páginas al azar.

Estaba leyendo algunas noticias, cuando un titular me llamó la atención. Cliqué sobre él y me llevó a la web de una revista de cotilleos.

‘¿Justin Bieber le ha sido infiel a su novia? Aquí tenemos las pruebas.’

Más abajo aparecían unas fotos que me resultaban muy familiares. ¿Seré tonta? ¡Si las fotos eran mías con Justin! Yo estaba de espaldas a la cámara, y en algunas fotos salía de perfil. No se podía distinguir mi cara. Pero se veía perfectamente que la otra persona era Justin.

Fui bajando la pantalla. Había fotos de mí corriendo por el parque y Justin persiguiéndome; fotos de Justin agarrándome de la mano; fotos de… ¿¿Justin besándose conmigo??

A continuación se inventaron por completo una historia. Que si Justin y yo habíamos estado saliendo a escondidas, que si yo había amenazado a Selena, que si… ARGH, me da rabia que la gente se invente cosas sobre la vida privada de las demás personas.

¿Qué pensará Justin de todo ésto? Ahora me siento mal por haberle metido en este lío. Yo no quiero que deje a su novia por una tontería como ésta. No creo que haya nada entre nosotros, NO debería haber nada. Él es una superestrella, con su fama, su dinero, sus coches de lujo y sus aviones privados… Y sin embargo, ¡yo no soy nadie! Además, Selena y Justin hacen la pareja ideal. Son perfectos el uno para el otro. En fin.

Dejé de pensar en eso y decidí llamar a Charlie.

Charlie: ¿Sí? –dijo con voz somnolienta.

Yo: Perdona. ¿Te he despertado?

Charlie: No pasa nada. De todas formas, ya era hora de levantarse.

Yo: ¿Te apetece pasarte por mi casa? Tengo que ponerte al corriente de todo.

Charlie: ¿Todo? ¿Qué ha pasado?

Yo: Mis padres se han divorciado…

Charlie: ¡¿QUÉ?!

Yo: Es una historia muy larga. ¿Puedes pasarte por mi casa?

Charlie: ¿A las 10 y media?

Yo: Hecho.

Dejé el móvil en mi cama y me bajé al salón. Encendí la televisión y empecé a pasar de un canal a otro. No había nada interesante. En una de esas, me quedé dormida.

El sonido del timbre me despertó. Debía de ser Charlie. Fui a abrirle la puerta.

Charlie: Cuéntamelo todo –dijo mientras dejaba sus cosas en el sofá.

Yo: Mmm, a ver, por dónde empiezo…

Charlie: Empieza desde el principio.

Yo: Vale…

Le conté lo de la comida con Justin, lo de actuar en su videoclip, lo de la escapada a la playa (obviamente no le conté lo del beso); también le conté cómo me enteré del divorcio de mis padres, mi pelea con mi madre, mi “fuga”, y la pesadilla de esta mañana.

Charlie: ¡Vaya! No te he visto en dos días, ¡y ya han pasado tantas cosas! Oye, siento mucho lo de tus padres.

Yo: La verdad es que no me ha afectado mucho. Quiero decir, igualmente puedo ir a visitarle y eso. Lo único que me molestó mucho fue que no me lo hubiesen dicho antes. Si no lo llegó a descubrir por mí misma, no sé hasta cuándo estarán mintiéndome.

Charlie: No es que te estén mintiendo. Es que no saben cómo decirle a su hija que sus padres ya no se quieren. Es algo bastante difícil.

Yo: Ya, pero… -en ese momento, mi móvil empezó a vibrar.

“Un mensaje nuevo”. Lo abrí.

Charlie: ¿De quién es?

Yo: De Justin.

Charlie: ¿Y qué dice?

Yo: Que ponga las noticias.

Charlie cogió el mando de la televisión y cambió de canal. Estaban dando las noticias de la mañana.

¡Mira qué casualidad! ¡Otra vez la noticia de Justin Bieber empezando el nuevo mes con nueva novia! ¿Es que la gente no tiene nada mejor que hacer, que inventarse estúpidas historias?

Mi móvil empezó a sonar. Era Justin.

Yo: ¿Sí?

Justin: ¿Has visto la noticia?

Yo: Sí…

Justin: ¿Y qué piensas?

Yo: Pues que son todos unos cotillas. ¿Tu novia se ha enterado?

Justin: No lo sé. No me coge el teléfono. Mira, será mejor que no nos veamos por un tiempo. La gente puede divulgar rumores falsos, y algunos de ellos podrían hacer daño a alguien. Selena está ahora mismo en Los Ángeles, así que voy a irme allí. Necesito hablar con ella.

Yo: Ah.

Justin: ¿No dices nada?

Yo: No tengo nada que decir. Me parece genial que te vayas a pasar un tiempo con tu novia.

Justin: Entonces, ya nos veremos.

Yo: Sí. Como quieras…

Oí cómo Justin colgaba el teléfono.

Charlie me miraba impaciente, tratando de adivinar qué es lo que me había dicho.

Charlie: Venga, cuenta.

Yo: Se va a Los Ángeles…

Charlie me miró abriendo mucho los ojos.

Charlie: ¡Será cobarde!

Yo: ¡Hey!

Charlie: Yo solo digo lo que pienso. Y pienso que es un cobarde, que ahora se va corriendo a decirle a su querida novia que todo ha sido un malentendido y a suplicarle que no le deje. Seguro…

Yo: ¡Charlie! ¡No hables así!

Charlie se encogió de hombros.

Charlie: Entonces, ¿cómo quieres que hable?

Yo: A mi no me importa que se vaya a L.A. No es asunto mío. Es más, soy yo quien le ha metido en este lio. No puedo seguir metiendo mis narices allí donde no me llaman. No está bien…

Charlie: Venga, dejémonos de cotilleos y vámonos de compras.

Yo: Pero…

Charlie: No hay peros. Anda, ve a cambiarte. ¡Date prisa! –dijo mientras me empujaba hacia las escaleras.

Subí a mi cuarto y me puse esto:


Me dejé el pelo suelto. Perfecto.

Bajé con Charlie y nos fuimos en su coche.

Charlie: Bueno, si él se va, ¿ya no vas trabajar en su videoclip?

Yo: Supongo que no. De todas formas, tampoco me apetecía mucho.

Charlie: ¡¿Pero qué dices?! ¡Por favor, que es un videoclip de Justin Bieber! ¡Incluso puede que te vea un gran productor de cine y te contrate como actriz! –dijo con un poco de sarcasmo.

Yo: Claro que me contratarían. Como un extra. De los que cobran una miseria y lo único que se llevan es la ilusión de haber aparecido en alguna película, aunque lo único que se haya visto de ellos sea su sombra…

Charlie: Pues a mí me hubiera gustado –dijo riéndose.

Entonces empezó a sonar en la radio una canción de hace varios años. Era “A thousand miles” de Vanessa Carlton. Ambas la reconocimos y empezamos a cantarla.


Charlie: Making my way down town…

Yo: …walking fast, faces past and I´m home bound…

Charlie: Staring blankly ahead, just making my way, making a way, through the crowd…

Yo: Tararara…… –dije imitando al piano.

Charlie: And I need you…

Yo: Tararara……

Charlie: And I miss you…

Yo: Tararara……

Charlie: And now I wonder…

Empezamos a cantar al unisono.

Charlie y yo: If I could fall, into the sky, do you think time, would pass me by, cause you know I´d walk a thousand miles, if I could just… see you… tonight…….

Llegamos al centro comercial, y aparcamos donde pudimos. Eso estaba lleno de gente.

Yo: ¿Qué pasa?

Charlie: No lo sé. Vamos a averiguarlo.

Nos metimos entre la gente y fuimos avanzando como podíamos, hasta que ya no pudimos más. Charlie se puso de puntillas para ver mejor.

Yo: ¿Qué ves?

Charlie: Muchas cabezas. Espera, ahora veo que la gente se va hacia la puerta…

Notamos cómo la corriente de personas no arrastraba hacia delante. No pudimos hacer otra cosa que movernos junto a ellos.

Charlie: Creo que hay alguien importante o algo así por allí. Esto está lleno de guardaespaldas y de paparazzis.

Yo: Ah…

Charlie me agarró y me arrastró entre la multitud, hasta llegar a la puerta del centro comercial.

Yo: Se puede entrar, ¿no?

Charlie: ¡Claro que se puede!

Yo: Entonces, ¿por qué toda esa gente se queda allí fuera?

Charlie: Porque así ven a la persona X salir de aquí.

Yo: ¡Oh, vaya, ver a una persona “X” salir del centro comercial! ¡Qué ilusión! –dije con todo el sarcasmo del mundo.

Charlie: Ven. ¿Te apetece un helado?

Yo: Claro.

Fuimos a una heladería que había allí enfrente. Yo elegí un cucurucho de tres bolas, de chocolate suizo, pistacho y coco. Charlie pidió uno de vainilla y chocolate blanco. Pagamos y nos sentamos en una mesa a tomarnos nuestros helados.

Entonces los vi. Eran ellos. Iban agarrados de la mano.

¿No se supone que estaban los dos en Los Ángeles? ¿Qué hacen ellos aquí?

Selena me vio y me señaló. Justin asintió la cabeza y ambos de acercaron a nosotras.

Selena: ¡Hola! Tú debes de ser Bonnie Johnson. Encantada de conocerte. Yo soy Selena –se acercó a mí para darme dos besos.

Yo: Sí… eh… igualmente… -le devolví los dos besos.

Selena: Justin me ha comentado que vas a ser la “chica” de su próximo videoclip.

Yo: Sí… bueno… sí.

Selena: Si necesitas ayuda en cualquier cosa para el video, algún consejo con la ropa, o los movimientos, o sobre cómo actuar… en fin, cualquier cosa, me avisas y te ayudo, ¿sí?

Yo: Eh… sí, vale… gracias…

Selena: Bueno, os dejamos. ¡Que os aproveche! –dijo, mientras señalaba nuestros helados.

Se dieron la vuelta y se fueron. Yo volví a centrar mi atención en el helado.

Charlie: Argh, no le soporto…

Yo: ¿Mmm…? –dije mientras me limpiaba el chocolate de la boca.

Charlie: Pues que no soporto a Justin. Y yo que pensaba que él era diferente de los demás hombres…

Yo: Ah… -estaba concentrada en la bola de pistacho. Pensaréis que estoy loca, pero sí: me gusta más la comida que los hombres.

Charlie: ¿Me acompañas al supermercado? Tengo que hacer un recado.

Yo: Ajá.

Nos terminamos los helados y nos dirigimos hacia el supermercado.

Charlie cogió un par de cosas, y yo aproveché para hacer la compra. Había pensado en hacer yo la cena.

Me paseé por los pasillos del mercado pensando en qué es lo que pensaba en cocinar. Decidí hacer pasta. Cogí un paquete de macarrones, aceite, varios bricks de leche…

Yo: Charlie, ¿me traes una cesta para meter todo ésto?

Charlie: Claro, ahora vengo.

Yo seguí cogiendo cosas que iba a necesitar, hasta que mis brazos no dieron abasto para sujetar tantas cosas y se me cayó el paquete de sal.

Una mano apareció de la nada y lo recogió, poniéndolo encima de todo el montón de cosas que llevaba yo encima.

Yo: ¡Gracias!

¿?: De nada…