Charlie: Hacéis buena
pareja.
Yo: No le hagas caso, ha
bebido mucho.
Charlie: Es verdad. Lo de
que he bebido mucho no; lo de que hacéis buena pareja.
Jodie: Yo creo que Charlie
tiene razón. Os gustáis.
Yo: No.
Justin: …
Jodie: ¿Ves? Justin no dice
nada, porque en realidad le gustas.
Justin: Bueno, yo me tengo
que ir.
Charlie: ¿Ya? ¿Tan pronto?
Justin: ¿Pronto? ¡Pero si ya
son las 6 de la madrugada! He quedado con mis bailarines para ensayar las
coreografías. Voy a ver si puedo dormir un poco.
Yo: Vete de una vez.
Justin: Ya voy, no hace
falta que me eches a patadas… -sonrió dulcemente.- Os veré cuando pueda.
Yo: Adiós…
Vi cómo se alejaba
lentamente.
Yo: Charlie, ¿subimos a tu
habitación?
Charlie: Ajá –intentó
levantarse pero el vestido se quedó enganchado en algún sitio.- ¿Me echáis una
mano?
Me quité mis tacones para no
tropezar con nada y le ayudé a levantarse.
Yo: Jodie, ¿te ayudo?
Jodie: Creo que puedo sola.
Recogimos nuestras cosas y
metimos todas las latas vacías en la caja.
Yo: ¿Dónde dejo esto?
Charlie: Súbelo a mi
habitación.
Con una mano sostenía a
Charlie y con la otra llevaba la caja. No pesaba mucho. Jodie nos siguió hasta
el piso de arriba.
En cuanto llegamos, Charlie
se tiró a la cama y Jodie se sentó en el suelo. Yo dejé la caja y me senté a su
lado. Al poco tiempo, las tres estábamos durmiendo a pierna suelta.
El sonido del timbre en el
piso de abajo terminó por despertarme. Encendí el iPhone y miré la hora. Eran
las 15:00.
Yo: Eyy, chicas, despertad.
Charlie: ¿Ya es de día?
Yo: Sí.
Jodie: Yo tengo hambre.
¿Vamos al McDonald´s a desayunar algo?
Yo: Querrás decir ‘a comer
algo’. Ya son las 3.
Charlie: Entonces mi madre
ya habrá hecho la comida. ¿Bajamos a ver?
Yo asentí con la cabeza.
Jodie: ¡Pero yo quiero ir al
McDonald´s… ! –protestó arrugando el entrecejo.
Charlie: Vale.
Bajamos a la cocina y
encontramos a Constance poniendo la mesa.
Constance: ¡Hola, chicas!
¿Queréis tomar algo?
Charlie: No hace falta,
mamá. Vamos a salir.
Constance: Bueno, pasadlo
bien. Bonnie, tu madre vendrá a recogerte después de cenar. Y Jodie, tus padres
estarán fuera esta noche, así que te quedarás a dormir aquí.
Yo: Ajá.
Jodie: Perfecto, una noche
más en tu casa –dijo, mientras salíamos de la cocina.
Constance: ¡No volváis
tarde! ¡Os espero para la cena! –gritó la madre de Charlie desde donde estaba.
Charlie: ¡Vale, lo haremos!
–respondió en el mismo tono.
El McDonald´s no estaba muy
lejos de la casa de Charlie, unas calles más abajo.
Yo me pedí un menú grande,
de esos que te vienen con una hamburguesa enorme, patatas y una Coca-Cola.
Ellas solo se pidieron un helado cada una.
Yo: ¿Solo vais a tomar eso?
Charlie: Yo no tengo mucha
hambre.
Jodie: No me veo capaz de
comerme esa hamburguesa entera.
Yo: Ah, claro. Aquí las dos
super-modelos que están siguiendo una dieta a base de helados del McDonald´s
–me reí con una risa maligna.
Jodie: En serio, no creo que
pueda tragarme más de un bocado de eso. Es gigante.
Yo: ¡Oye, que eras tú quien
quería venir aquí!
Jodie pidió también una
ración de Nuggets.
Jodie: ¿Contenta? –me miró
con cara de pocos amigos.
Yo sonreí satisfecha.
La cajera nos dio nuestros
pedidos en una bandeja y fuimos a sentarnos en una mesa.
Yo: Bueno, contadme. ¿Cómo
es que conocéis a Justin Bieber?
Jodie: No sabía que fueses
su fan.
Yo: Y no lo soy. Simplemente
siento curiosidad por saber cómo es que he llegado a hablar con un famoso sin
ser yo una persona… así por decirlo, importante...
Charlie: Bueno, Jodie y yo
vamos al Stratford Northwestern Secondary School, colegio al que tambien fue
Justin Bieber.
Yo: Ahh, así que erais
compañeros de colegio.
Jodie: Y de clase.
Yo: Ajá.
Charlie: La verdad es que no
nos hablábamos mucho. Él iba con Ryan y con Chaz…
Jodie: …pero tampoco nos
odiábamos –terminó la frase.
Charlie: Vamos, que nuestra
relación era de compañeros de clase normales.
Yo: ¿Y cómo es que fue a tu
fiesta de cumpleaños?
Charlie:
Le invité.
Yo: ¿Le
invitaste? ¿Y con solo invitarle ya va
a una fiesta?
Charlie: Él estaba saliendo
con Caitlin Beadles, y ella es nuestra amiga. A sí que él también se puede
considerar un amigo mío. Supongo que por eso fue a mi fiesta. ¿Qué hay de malo?
Yo: Nada, nada. Solo quería
conocer más detalles.
Charlie: Ajá.
Terminamos de comer y
volvimos a la casa de Charlie.
Charlie: ¡Mamá, ya estamos
aquí! –no hubo respuesta.- ¡MAMÁ! ¿ESTÁS EN CASA?
Jodie: Habrá salido.
Charlie: Es lo más probable.
Entonces, ¿qué hacemos ahora?
Yo encogí los hombros y miré
a Jodie.
Jodie: Podemos darnos un
baño en la piscina.
Charlie: ¡Vale!
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