domingo, 29 de julio de 2012

CAPÍTULO 6: "Despedidas"


Yo: Mmm, sí. Bueno, me tengo que ir. Todavía no sé a qué hora nos vamos, pero supongo que ya me estarán esperando.

Tiffany: ¡ESPERA! –eso me recordó a la típica boda en la que alguien se opone al matrimonio.

Yo: Tranquila, mujer, que sigo aquí. Ni que me fuese a escapar de un momento a otro…

Ella ignoró mi comentario.

Tiffany: Tengo algo que darte –se acercó a su mesilla de noche y empezó a buscar en el primer cajón.- Mmm… dónde lo habré puesto –suiguió rebuscando por el segundo cajón.- A ver, aquí no está… -se acercó a su escritorio y quitó un montoncito de hojas desordenadas.- Ah, sí. Mira, aquí está.

Me acerqué con curiosidad para ver qué es lo que había estado buscando con tanto empeño.

Me enseño dos cajas idénticas envueltas con un lazo monísimo.

Tiffany: Toma, ésta es la tuya –dijo dándome una de las cajas. En un lateral tenía escrito BONNIE.

Yo: ¿Para quién es la otra caja?

Tiffany: Para mí –le dio la vuelta a su caja para que pudiese ver su nombre escrito en ella.- Ábrelo.

Yo abrí mi cajita y ella hizo lo mismo con la suya. Dentro había un colgante precioso colgado de una cadena. Por un lado ponía Tiffany, y por el otro lado había una inscripción:

Los buenos amigos son como las estrellas. No siempre los ves, pero sabes que están ahí 

Yo: ¡Wow! ¡Es precioso! ¡Déjame ver el tuyo!

Tiffany me acercó su colgante; vi que por una cara ponía BONNIE y por el otro lado estaba grabada la misma frase.

Yo: Gracias.

Tiffany: ¿Por qué? –me respondió con una sonrisa- Es mi deber recordarte allí donde tú estés para apoyarte. Bueno, no estaré físicamente allí mismo, pero que a pesar de la distancia que nos separe, siempre estaré a tu lado. ¿Sí?

Yo: Tonta, te adoro. Eres la mejor –una lágrima recorrió mi mejilla.- ¿Dónde voy a encontrar una amiga como tú?

Tiffany: Venga, no llores –me dio un abrazo.- Seguro que harás muchos amigos nuevos.

Yo: Sí, pero ninguno será como tú. Te voy a echar mucho de menos.

Tiffany: Y yo a ti. Pero bueno, prométeme que nos llamaremos siempre que podamos y que nunca te vas a olvidar de mí.

Yo: Mmm… sólo a cambio de una cosa –la intenté sobornar.

Tiffany: ¿Cuál?

Yo: Tienes que venir a visitarme siempre que puedas.

Tiffany: Eso está hecho.

Me alegró mucho oír eso. Pensé que le iba a molestar tener que viajar hasta Estados Unidos solo por un capricho mío, porque eso no está a la vuelta de la esquina y una se termina cansando.

Tiffany: Bueno, te tendrás que ir, ¿no? –dijo, sacándome de mis pensamientos.

Yo: Ehh… Sí, ya me voy. Un besito. Te quiero.

Buf, qué difícil es despedirse de una persona, no me había pasado nunca. “Solo se aprecia algo cuando se pierde”. Ja, qué gran verdad. Nunca había pasado por mi cabeza la idea de mudarme a otro país, nunca pensé que tendría que decir adiós a todas las cosas que yo acostumbraba ver y a las que no di importancia.

Fui saboreando cada paso que daba por la acera hasta llegar a mi casa.

Yo: ¡Ya he vuelto!

Mamá: ¡Ah! ¡Hola, cariño! Ven, tenemos que informarte sobre los últimos cambios de nuestro viaje.

Yo: Ajá –dije sin muchas ganas.

Mamá: Bueno, a ver, nuestro vuelo sale a las 8 de la tarde, tenemos que llegar al aeropuerto a las 6 para facturar las maletas y todo eso, o sea que salimos de casa a las 5. Volaremos hacia Atlanta…

Yo: ¿Atlanta? ¿No íbamos a Nueva York?

Mamá: No. Ahora voy a ello. Volaremos a Atlanta y nos quedamos en un hotel, ya que todas nuestras cosas siguen en Nueva York. Ya he reservado habitaciones. Nuestras cosas tardarán un par de días en llegar a Atlanta. Respecto a nuestra nueva casa, sí, vamos a vivir en Atlanta. Papá irá a trabajar a Nueva York y volverá los fines de semana y los festivos para estar con nosotros. El lugar donde vamos a vivir te va a gustar mucho. La casa está situado en el campo, a las afueras de Atlanta. Como está muy lejos de la ciudad y de tu colegio, te vamos a comprar un coche…

Yo: ¡¿En serio?! ¡¿De verdad me vais a comprar un coche?!

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