sábado, 21 de julio de 2012

CAPÍTULO 1:





"Suavemente, una mano me acarició la mejilla. Yo la sentía caliente, me estaba ruborizando. Sus labios sonrieron y se acercaron a los míos y, antes de que me diese cuanta, ya se habían unido en un beso apasionado.

Levanté la mirada y le busqué con la vista, pero no podía distinguir su cara. Yo no sabía quién era, pero sentía como si le conociese de siempre, de toda la vida. Eso me hizo sentirme feliz, protegida, querida..."

Un ruido espantoso me despertó. ¡Vaya! Todo había sido un sueño. Pero un sueño precioso. Quería seguir soñando, así que me volví a meter en la cama y me puse la almohada sobre la cara. Pero el ruido seguía siendo horroroso.

Me levanté con la intención de averiguar qué estaba pasando para que hiciesen tanto ruido, pero en ese momento, la puerta de mi habitación se abrió y…


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