sábado, 28 de julio de 2012

CAPÍTULO 4: "¿No vamos a Nueva York?


Papá: Cielo, quería avisarte de que hay un pequeño cambio de planes. Me acaban de llamar desde el trabajo, dicen que no vamos a mudarnos a Nueva York…

Yo: ¡En serio! –intenté disimular mi alegría- Qué pena, me hubiera gustado decir que mi padre trabaja en Wall Street.

Papá: Y lo vas a poder hacer, cielo. Voy a seguir trabajando ahí, lo que pasa es que la casa que nos habían dado no está dentro de los márgenes de la legalidad porque le faltan ciertos papeles para ponerlo todo en regla. Así que nos están buscando otra casa.

Yo: Pero todas nuestras cosas están ya en Nueva York...

Papá: Como ha sido un error de la compañía, van a transportar gratuitamente las cosas hasta nuestra nueva casa. Vamos, que no tenemos que preocuparnos de eso.

Yo: ¡Ah! ¿Y mamá sabe todo esto?

Papá: Claro que lo sabe. De hecho, ella está llamando a la compañía aérea para retrasar nuestro vuelo.

Yo: Aww, vale, gracias por avisarme.

Papá: De nada, cielo. Voy a ver cómo va tu madre.

Mmm… ¿Cómo será mi futuro hogar? ¿Cómo será mi habitación? ¿A qué colegio iré entonces? Me tumbé en la cama porque me estaba mareando. Yo SIEMPRE me he opuesto a las mudanzas. ¡No se me da bien empezar desde cero! Entre que soy tímida, poco sociable, y demás defectos, no sé si seré capaz de rehacer mi vida social.

Terminé de recoger mis cosas, así que decidí salir a dar una vuelta y visitar por última vez todos los lugares en los que he crecido. Cogí el móvil, las llaves y algo de dinero, y los metí en mi bolso. Bajé al salón y vi a mi madre peleándose con el teléfono. Me asomé por la cocina, y allí encontré a mi padre.

Yo: Papá, que voy a salir.

Papá: Está bien, no vuelvas muy tarde.

Yo: Okay.

Fui paseando lentamente por las calles, respirando por última vez este aire londinense, observando con detalle cada árbol, cada rama, cada hoja…

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